Qué es una vela de masaje y cómo se usa

Una vela de masaje puede parecer una vela normal a primera vista. Tienes el envase, la mecha, la cera… pero cuando la enciendes, entiendes que es otra cosa. La fórmula está diseñada para derretirse en un aceite nutritivo y cálido, listo para aplicar sobre la piel. No quema ni irrita, porque está hecha con ceras vegetales, mantecas suaves y aceites naturales pensados para cuidar.


Usarla es sencillo y tiene algo mágico. La enciendes y dejas que el ambiente cambie. La luz crea calma, el aroma se expande poco a poco y tu cuerpo empieza a relajarse. Después de unos minutos, apaga la vela, espera un momento para que la temperatura sea perfecta y vierte un poco del aceite sobre tu piel. Lo extiendes con calma, sin prisa. La piel lo absorbe enseguida, quedando suave, hidratada y con un brillo natural y saludable.


Lo bonito de este ritual es que une dos placeres en uno: el momento de encender una vela y la sensación cálida de un masaje. No es algo rápido, es una pausa. Una señal para bajar el ritmo y darte cariño. Puedes usarla después de la ducha, antes de dormir o siempre que necesites reconectar contigo.


En Casa Nordlys las hacemos a mano en pequeños lotes en Barcelona. Sin parafina, sin aceites minerales, sin ingredientes que no aporten bienestar real. Sólo ceras vegetales, manteca de karité, aceites nutritivos y aceites esenciales seleccionados por su capacidad para relajar, reconfortar o despertar los sentidos.


Encender una vela es crear un ambiente. Convertirla en aceite y aplicarla en la piel es crear un momento para ti. Y eso, hoy en día, vale oro.

Vela de masaje artesanal con aceites naturales y esenciales - Hecha a mano en Barcelona
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